Amaneció despejado ¡aleluya!
Fuimos caminando disfrutando del día hasta el embarcadero donde se coge el barco que lleva al Palacio de Drottningholm, que está a unos 45 minutos en barco desde Estocolmo y que es la residencia de verano de los Reyes Suecos.
El trayecto fue muy bonito y tranquilo, cogimos el barco a las 11 y a las 11:50 llegamos al recinto. El recinto lo forman varios edificios, el palacio, el teatro, el pabellón chino, los jardines, etc.
El palacio es más pequeño que el palacio real y no está tan ornamentado, es más sobrio, pero muy bonito. Lo vimos en poco tiempo.
Tras ver el palacio cogimos la visita guiada al teatro a la una de la tarde. La visita la hace una guía vestida de época. Merece la pena porque el teatro se sigue empleando pese a ser muy antiguo. Nos hicieron una demostración de cómo hacen los ruidos ambientes (truenos, viento, etc) que resultó muy curiosa.
A las 14 nos dirigimos hacia el pabellón chino. Un recinto pequeño pero muy bonito decorado al estilo chino, con piezas de porcelana china, etc.
Vista frontal de Drottningholm |
Vista trasera del palacio de Drottningholm |
Drottningholm desde los jardines |
Pabellón chino |
Con esta tesitura decidimos ir en metro hasta Globen, la estación donde está el Top of the Globe. Una esfera que cobre un palacio de deportes en la que puedes montarte y desde la que se tiene una vista aérea impresionante de Estocolmo. Tuvimos problemas porque el metro estaba de obras y tuvimos que hacer trasbordo a un autobús (la atracción estaba cerca pero no lo sabíamos). Llegamos y en cuestión de 20 minutos nos montamos en la cabina de cristal que realiza la subida hacia la cima de la esfera. Tomamos una fotos muy buenas con el cielo despejado y bajamos.
Cabinas del Top of the Globe |
Cima de la esfera |
Algunas vistas |
Donde sí entramos, aunque sólo fuera a dar un paseo es al Tivoli. Y no me he equivocado. Estocolmo también tiene un Tivoli al igual que Copenhague. Dimos una vuelta por el recinto viendo las atracciones, tabletas de chocolate enormes, etc.
Y volvimos al centro de Estocolmo, más concretamente decidimos cenar en el restaurante del primer día (el buffet de helados tuvo algo que ver...). Esta vez el servicio fue bastante malo, de hecho tardaron más de 30 minutos en servirnos el postre. Como nos quejamos nos invitaron a los postres así que tampoco nos salió tan mal la cosa.
Volvimos a la Ganla Stam y de ahí al hotel.
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