El dia amanece lluvioso. Después de una noche no demasiado buena (no quiero ser demasiado cruel con el hotel) por la incomodidad de la cama del barco, más pensada para una persona que para dos, decidimos ir hacia el centro aprovechando un momento de descanso entre tanta lluvia.
Decidimos pasar el día en museos, aprovechando la Stockholm Card. De esta forma vimos el palacio real, la armeria, el museo de historia, el Vasa, las joyas de la corona y el museo nobel.
El Palacio Real está chulo, aunque sin duda merece más la pena la visita que haríamos el día siguiente al palacio de Drottningholm.
Exterior del Palacio Real |
Sala del Trono |
Techos decorados |
Órgano de la capilla |
Como visita separada, aún en el mismo complejo se puede ir al museo de la armería, donde se guardan además de armas y armaduras, carrozas impresionantes. Las carrozas no son sólo aquellas que estamos acostumbrados a ver... las que tienen ruedas, sino que también tienen carrozas-trineo!!!
Pero lo mejor, el museo Vasa, es visita imprescindible. Se trata de entrar a ver el Vasa, un navio rescatado del fondo de las aguas de Estocolmo. Está prácticamente entero y totalmente restaurado. Te cuenta cómo vivian los marineros, desde lo que comían hasta cuál era su trabajo. Se puede ver la engalanada popa del barco, con sus figuras, la proa con su mascarón, los cañones,... En definitiva, una visita que merece la pena y que no se hace larga para nada, sino todo lo contrario.
Decoración de la popa del Vasa |
Vista lateral de las escotillas de los cañones |
Maqueta de las cubiertas |
Vista de la cubierta del barco |
Por la tarde, después de que cerrara el museo Vasa, paseamos un poco por las calles aprovechando que ya no llovía. Pudimos disfrutar de música en directo cerca del Palacio Real
Decidimos cenar en un Fridays del centro y marcharnos al hotel a descansar después de tanto museo dando un paseo nocturno.
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